EN LA MIRA
Las Fiestas Pueden Ser Dolorosas
Lo bueno es que somos resilientes y podemos sanar. El primer paso es entender cómo las ACEs, o la adversidad infantil nos puede haber impactado, incluso de maneras que no conocíamos antes.
El siguiente paso es usar estrategias, prácticas saludables, rutinas, y herramientas para reconfigurar nuestro cerebro y nuestro cuerpo.
Como las ACEs y el estrés tóxico muy a menudo se meten en muchos aspectos de nuestras vidas, sanar, para la mayoría de nosotros, es un proceso, no un destino. Para algunos, las barreras para sanar son todavía mayores a causa del racismo, discriminación, la pobreza, y otros factores. Si vivimos en algún lugar donde nos sintamos inseguros, o donde no existen las oportunidades, esto puede hacer que nuestro camino hacia la sanación sea más difícil.
Lo bueno es que tú puedes dar el primer paso aquí mismo.