Las experiencias adversas de la niñez (ACE, por sus siglas en inglés) son vivencias muy estresantes y posiblemente traumáticas que le pueden pasar a cualquiera antes de cumplir los 18 años. Una ACE puede ser un evento único, o puede ser una lucha constante en la que nuestra seguridad, confianza o hasta nuestro propio sentido de nosotros mismos se ven amenazados o violados.
Cuando un adulto cariñoso o un ambiente de apoyo no amortigua esas experiencias adversas, o cuando son continuas o abrumadoras, pueden causar una respuesta de estrés tóxico. Esa respuesta puede afectar al cuerpo y al cerebro en desarrollo de los niños, y afectar negativamente la salud y los resultados en la vida de los adultos.