Un mentor puede cambiar la vida de los jóvenes

Jessica Fonseca creció en una casas de cuidado en adopción. Durante esa época de su vida, primero se sentía sóla y abandonada. Sentía que tenía que valerse por si misma y que a nadie le importaba. Sencillamente no tenía el apoyo de nadie. Pero poco a poco empezó a notar que en realidad ella podía contar con uno de sus mentores, y esa persona le cambió la vida.

Greg, un trabajador social se convirtió en el mentor de Jessica. Él era una persona que no la juzgaba ni la menospreciaba. Por el contrario, creía en ella y la hacía setir que era valiosa y que tenía mucho que aportar, y una vez que Jessica cumplió la edad para salir del sistema de cuidado en adopción, comenzó a trabajar para la misma organización que le ayudó a superar su niñez.

Lo que más le apasiona es orientar a los jovenes que llevan una vida similar a la suya para que ellos también salgan adelante. Y esto requiere un compromiso excepcional de su parte. Jessica sabe que para ganarse su confianza debe apoyarlos incondicionalmente y aceptarlos como son. Con todos sus defectos, errores y malas decisiones, y poco a poco ayudarlos a imagiarse un futuro para sí mismos.