La meditación es fácil y poderosa. Puede calmar nuestro sistema nervioso, reducir nuestra presión sanguínea, reducir el dolor, reducir la frecuencia y la intensidad de los ataques de asma, mejorar nuestro humor, reducir la ansiedad, y de hecho mejorar la química de nuestro cerebro.
Si en algún momento te sientes ansioso o alterado, date un momento para alcanzar un mejor estado emocional. Y por favor, no te sientas mal. Este es un ejercicio para tu bienestar, no el de nadie más, y parte de ello es reconocer tus límites en cualquier momento dado.